Etimología de la palabra santuario
1. El templo
El vocablo latín templum era el equivalente del término hebreo Beth Elohim, y significaba la morada de Dios; de ahí que, por su relación con la adoración divina, literalmente significa la Casa del Señor.
2. Tabernáculo
Tabernáculo proviene de la palabra en latín tabernaculum que quiere decir tienda. Tabernaculum es diminutivo de taberna que significa cabaña, caseta o taberna. También se le denominaba santuario o Lugar de Reunión (?????? mow'ed).
El tabernáculo, llamado en hebreo mshkdásh (?????????, "morada"), fue el santuario móvil construido por los Israelitas en el desierto, durante el éxodo de Egipto, como lugar de adoración a Dios Yaveh y en el que se resguardaban las Tablas de la Ley de Dios, la vara de Aarón y un pan de maná dentro del Arca de la Alianza (Éxodo 25:8), función que cumplió hasta que fue construido el Templo de Jerusalén por el rey Salomón.
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Dentro de esta edificación tan importante para los israelitas y para el cristianismo actual. se encontraba diferentes utensilios que se le daban un uso significativo. A continuación estudiaremos un poco de cada uno de ellos.
ALTAR DE SACRIFICIO
Éxodo 27:1-8 >
“Harás un altar de madera de acacia. Será cuadrado, de 5 codos de largo, de 5 codos de ancho y de 3 codos de alto. Le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán de una misma pieza. Y lo recubrirás de bronce. También harás sus bandejas para las cenizas, sus palas, sus tazones para la aspersión, sus tenedores y sus baldes. Harás de bronce todos sus utensilios. Le harás una rejilla de bronce en forma de red, y sobre la red harás cuatro aros de bronce en sus cuatro extremos. Y la pondrás por debajo y alrededor del borde del altar. La red llegará hasta la mitad del altar. Harás varas para el altar, varas de madera de acacia, y las recubrirás de bronce. Las varas se meterán por los aros. Esas varas estarán a los dos lados del altar cuando sea transportado. Harás el altar hueco, hecho de tablas. De la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harán.”
Me gustaría discutir la fe manifestada en el altar de la ofrenda quemada. Cuando la gente de Israel rompía cualquiera de los 613 artículos de la Ley de Dios que tenían que guardar en su vida cotidiana, y cuando ellos reconocían sus pecados, daban a Dios sus ofrendas sin defecto de acuerdo al sistema de sacrificios impuesto por Él. El lugar en donde daban estas ofrendas es el altar de la ofrenda quemada. En otras palabras, el pueblo de Israel recibía la remisión del pecado por la imposición de manos sobre la cabeza del animal del sacrificio sin defecto, degollándolo y extrayendo su sangre, poniendo esta sangre sobre los cuernos del altar de la ofrenda quemada y derramando el resto en el piso, y quemando la carne de este sacrificio sobre el altar.
El bronce que se usaba para cubrir el altar provenía de los incensarios de los doscientos cincuenta rebeldes que fueron juzgados por Dios. Después de que estos fueron juzgados, el Señor le dijo a Moisés: “Dí a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, que tome los incensarios de en medio del incienso, y derrame más allá el fuego; porque son santificados los incensarios de estos que pecaron contra sus almas; y harán de ellos planchas batidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová, son santificados, y serán como señal a los hijos de Israel” (Nm. 16:37-38). Esto demuestra que el bronce para el altar le debe recordar al pueblo de Dios Su juicio contra los rebeldes. Por tanto, el bronce que cubría el altar llegó a ser un recordatorio del juicio de Dios contra la rebelión.
LAVACRO
El bronce que su uso para el lavacro provenía de los espejos de las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión (Ex. 38:8). La palabra hebrea para “velaban” en 38:8 se refiere a las tropas que velaban. Esto nos demuestra que todos los campamentos de los hijos de Israel eran tropas. Las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión servían como tropas. Es decir, su servicio también era parte de la milicia. Los espejos de esas mujeres se utilizaron para fundir el lavacro de bronce. Esto implica que el lavacro de bronce era como un espejo que reflejaba y exponía. Mientras que el bronce del altar era un recordatorio del juicio de Dios, el bronce del lavacro era un espejo que exponía al pueblo de Dios. Esto demuestra que el juicio que Cristo sufrió en la cruz tenía el poder de exponernos.
A los que se acercaban al lavacro se les exponía su inmundicia. De esta manera se daban cuenta de que necesitan ser lavados. Recuerdo que hace un tiempo mis hijos no aceptaban que estaban sucios y que debían lavarse. Yo tomé un espejo y se los puse de frente. Cuando se miraron en él, se dieron cuenta que estaban sucios y quisieron limpiarse. Del mismo, el lavacro de bronce es como un espejo que da el reflejo de nuestra condición y expone nuestro sucio. Por tanto, el bronce del altar nos recuerda el juicio de Dios, y el bronce del lavacro nos recuerda que estamos sucios y que debemos lavarnos.
En el lavacro tenemos el bronce, el espejo y el agua. Cuando nos encontramos frente al lavacro, el bronce debe recordarnos que todo lo pecaminoso, terrenal y carnal fue juzgado por Dios en la cruz. Sin embargo, aunque confesemos nuestros pecados, tal vez no nos demos cuenta que aun somos mundanos y carnales. Ante Dios hemos sido redimidos, pero aun necesitamos ser lavados. Luego de haber sido redimidos con la sangre en el altar, necesitamos ser lavados con el agua del lavacro.
LA MESA DE LOS PANES DE LA PROPOSICIÓN
La mesa de los panes representa la presencia y provisión de Dios. Es la santa cena, la cena del pacto, esperando por Jesucristo. La mesa de los panes simboliza también nuestra confianza en Dios. El pan es un símbolo de Cristo, el Pan de Vida Jn. 6:35. La mesa simboliza mas bien nuestra comunión con Dios por medio de Cristo Éxodo 25:23-30
El "pan de la proposición" (Levítico 24:5-9) simboliza "la cena del Señor". Participaban sólo los sacerdotes purificados. Asimismo en la iglesia, participan de la mesa del Señor sólo los cristianos representando a los sacerdotes espirituales purificados según 1 Pedro 2:4-10. El significado del Pan es la provisión física de Dios para Su pueblo.
Yo no quiero hablar del arca, sino de la mesa. Pero, para entender las medidas de la mesa, teníamos que entender las del arca: las medidas de la mesa son menores que las del arca, porque el arca es primero. Entre lo primero y lo segundo tiene que haber una diferencia. No se puede poner lo segundo de primero ni lo primero de tercero.
Cuando Dios quería revelar la autoridad, el orden y autoridad que estableció en la creación, entonces él decía que el hombre tenía que pagar tanto en el siclo del santuario, y el niño, tanto, y la mujer, tanto. Aunque todos somos iguales ante Dios, en la autoridad de Dios, Dios ponía una medida diferente en cuanto al siclo del rescate, mostrando un orden y una autoridad establecida por Dios en su reino, la creación. Y aquí, si usted se fija, en el verso 23 de Éxodo 25, dice: «Harás asimismo...». «También harás», si haces un arca, si cooperas para que Cristo se forme en ti, también tienes que cooperar con la segunda parte. Si hay cabeza, tiene que haber cuerpo. «El que ama a Dios, ama también al que ha sido engendrado por él». Entonces ahora viene, después del arca, la mesa.
Y, ¿de qué nos habla una mesa? Una mesa es para comer juntos; una mesa nos habla de comunión. El Señor dijo: «...entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo» (Ap. 3:20). El Señor, cuando quería que su pueblo tuviera comunión, lo reunía en fiestas, y luego ellos tenían que intercambiarse regalos y tenían que comer juntos. Y de eso es de lo que nos habla una mesa.
El Señor, además de formar a Cristo en nosotros, esto es, en cada uno, quiere que también nosotros seamos uno. «...como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno...» (Juan 17:21). Si después de la Cabeza viene el cuerpo, después del arca viene la mesa.
Entonces, vamos a leer un poquito sobre la mesa. «...de madera de acacia». ¡Qué cosa! No sé si ustedes han visto las acacias. No son tan rectas. Las acacias son unos árboles muy torcidos. ¿Usted cree que no somos torcidos? Por lo menos yo, cada vez me doy más cuenta de lo torcido que soy. Y, sin embargo, Dios agarró personas torcidas, y no sé cómo puede hacer tablas derechas de personas tan torcidas. Personas tan torcidas para hacer tablas derechas y hacer otros instrumentos. Fíjese que en esa mesa de madera de acacia que nos representa a nosotros la naturaleza humana es la madera. Juan dijo que el hacha estaba puesta a la raíz de los árboles. Esos árboles eran personas, ¿no? Esa madera nos representa a nosotros.
«...Su longitud será de dos codos –fíjese que no alcanza a la longitud del arca–, y de un codo su anchura –tampoco alcanza–, y su altura de codo y medio» –esa sí tiene la misma altura del arca. Esas sí tienen que ser iguales, porque «así como el Padre me ama a mí, yo les he amado, y el Padre los ama a ustedes también, porque a mí me ama». A la altura de Dios. La altura sí es la misma altura, codo y medio, igual que el arca.
«Y la cubrirás...». ¿Sabe para qué la tiene que cubrir? Para que no se vea. Las tablas había que cubrirlas. Las piedras había que cubrirlas con tablas, en el templo. Las tablas había que cubrirlas con oro. Nosotros, que vinimos de lo torcido, tenemos que ser enderezados y cubiertos para no aparecer nosotros. Que aparezca sólo el oro y nosotros detrás. Cubierta de oro, para que lo que se vea sea el oro de Dios.
«...Y le harás una cornisa de oro alrededor». La cornisa es para reforzarla, para que no se tuerza. Primero, la adorna; segundo, la refuerza. «Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor». También la moldura tiene que tener una cornisa, de un palmo menor. ¿Qué son los panes? Son las tribus de Israel, son el pueblo de Dios, y en el Nuevo Testamento son las iglesias. Para que los panes no se caigan de la mesa, la mesa tiene molduras con un palmo menor. Estamos en las manos del Señor para no caernos. «A mis ovejas nadie las arrebatará de mi mano, yo y el Padre uno somos y nadie las puede arrebatar de las manos de mi Padre». Porque a veces había que llevar la mesa, por lo tanto los panes podían resbalarse, y para que no se resbalen, tienen una moldura. Y esas molduras son de un palmo, que nos hablan de las manos del Señor protegiendo, guardando su iglesia.
«Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa».
CANDELABRO DE ORO
Por el candelero de oro, entendemos que a luz de Dios fue alumbrada para siempre. Representa los Ministerios y misiones así que los cristianos Mt. 5:14 y la iglesia Apoc. 1:20. Es también símbolo de Cristo alumbrando por medio de los cristianos y la iglesia pues Jesús es la luz del mundo. Jn. 8:12; Jn. 1:9.
< Éxodo 25:31-40 >
“Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo. Y saldrán seis brazos de sus lados; tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos al otro lado. Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salen del candelero; y en la caña central del candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas y sus flores. Habrá una manzana debajo de dos brazos del mismo, otra manzana debajo de otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, así para los seis brazos que salen del candelero. Sus manzanas y sus brazos serán de una pieza, todo ello una pieza labrada a martillo, de oro puro. Y le harás siete lamparillas, las cuales encenderás para que alumbren hacia delante. También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro. De un talento de oro fino lo harás, con todos estos utensilios. Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.”
El candelero de oro fue hecho de un talento de oro puro. Su caña fue martillada una sola pieza de un talento de oro puro, con tres brazos saliendo de ambos lados, y siete lámparas colocadas arriba de la caña y sus seis brazos. Y ya que el candelero fue hecho de un talento de oro puro, era una vista cautivan te y hermosa de ver.
Arriba del candelero de oro, había siete lámparas con aceite, los cuales estaban encendidas para iluminar el Lugar Santo en todo tiempo. Uno puede entrar en el Lugar Santo solo levantando y abriendo la puerta del Tabernáculo tejida con los hilos azules, púrpura, escarlata y el fino lino torcido. Aquellos que pueden entrar a este lugar solo son aquellos que creen en las obras de la salvación manifestadas en los hilos azules, púrpura y escarlata. Como tal, nadie puede entrar al Lugar Santo sin esta fe, ya que es un lugar que es permitido solo a aquellos que conocen el misterio de los hilos azules, púrpura, escarlata y el fino lino torcido manifestado en la cortina del Tabernáculo.
Por lo tanto, solo aquellos que creen en la maravillosa salvación hecha de los hilos azules, púrpura, escarlata y el fino lino torcido pueden llegar a ser los miembros de la Iglesia de Dios. Los cuatro colores de la cortina-puerta del Tabernáculo son la sombra del evangelio del agua y el Espíritu, anticipando la venida de Jesús, quien tomó nuestros pecados del mundo siendo bautizado y llevando la condenación de nuestros pecados del mundo siendo crucificado y derramando Su sangre.
EL ALTAR DEL INCIENSO
El altar de oro, o altar de incienso, estaba delante del velo en el primer departamento del santuario. Era un cuadrado de un codo por dos codos de altura, con un cuerno en cada esquina. El altar era hecho de madera de acacia, y estaba cubierto de oro puro. Alrededor de la superficie tenía una bella corona de oro, y cerca de la corona había anillos, donde existían anillos que servían para trasladar el altar, y todo estaba cubierto de oro puro. Dentro de la corona de oro que circundaba la parte superior del altar, existía un fuego sagrado que ardía constantemente , de donde ascendía el aroma fragante del incienso, el cual era colocado todas las mañanas y todas las tardes. El perfume invadía todo el santuario, y era llevado lejos por la brisa, más allá del atrio. El incienso, compuesto por partes iguales en peso, de cuatro fragantes gomas y resinas, era preparado bajo dirección divina. Era muy sagrado, y la persona que lo falsificara, aún cuando fuera para perfume, tenía que ser cortado de entre el pueblo Solamente el sumo sacerdote podía llevar a cabo el sagrado deber de colocar incienso delante del Señor en el altar de oro El altar y el fragante incienso en el santuario terrenal era un ejemplo de la obra que nuestro Sumo Sacerdote está desarrollando por nosotros. Nuestras mentes deberían meditar a menudo sobre la obra de Cristo en el Santuario celestial.
EL VELO
Un velo dividía el Lugar Santo del Lugar Santísimo. Era la representación de la separación entre Dios y los humanos. Era violeta y escarlata (reino y sangre). Midió 8 metros alto y 10 centímetros grueso, pues se rasgó de arriba a abajo cuando Jesús murió en la cruz (Josephus el Historiador dijo que los Judíos lo cosieron rápidamente y lo culparon por el terremoto. Nuestra relación y compañerismo con Dios es posible. El velo es el cuerpo de Cristo (Heb l0:l9, 20). A través de su cuerpo quebrantado en la cruz, tenemos el derecho para entrar en el lugar santísimo como sacerdotes.
Debido al elemento humano en el Tabernáculo, es decir a Moisés y Aarón, un velo lograba la separación entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. El velo indicaba que un ser humano no podía aproximarse para morar abiertamente en la carne ante la presencia de Dios. La Biblia nos dice que este velo fue desgarrado de arriba hacia abajo al morir Jesús. Jesús entró y descansó en la presencia de Dios, pero no lo hizo en la carne. De hecho, el libro de Hebreos nos enseña que Su carne era el velo mismo. De manera similar, mientras estemos viviendo en esta carne solo podremos tener acceso limitado a Dios, no obstante cuando ese velo se rompa estaremos plenamente ante la presencia del Señor.
El velo representa el acceso restringido a Dios mientras se está en la carne. Por supuesto, Jesús ha traspasado este velo sentándose a la derecha de Dios. Conocemos a Jesús en el Espíritu y en consecuencia, vemos al Señor glorificado por el Padre. Eventualmente, nosotros también atravesaremos este velo para estar ante Dios.
Pablo escribió en Colosenses que "Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios" (Colosenses 3:3). En lo referente al tabernáculo, esto significa que vivimos dentro del Mikdash en la presencia de Dios. Es desde esta posición que debemos ministrar, apoyar y exhortar Israel ofreciendo reconciliación al mundo entero (Romanos 15:8-9).
EL ARCA DEL PACTO
El Arco del Pacto era una caja de madera fina cubierta de oro adentro estaba. Símbolo de la presencia de Dios, el sumo sacerdote entró en frente del arca solamente una vez por año. Ahora, estamos en Cristo, y Cristo esta en nosotros continuamente. Se realiza relación personal e intimidad. Ahora, Jesús esta dentro de nosotros. Somos el arca del pacto. La maná está dentro de nosotros (Jn. 6:32-35). La ley está escrita en nuestros corazones. Somos sacerdotes y el Sumo sacerdote vive dentro de nosotros. Éx. 40:30
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